Visita los jardines del Real Alcázar de Sevilla

¿Por qué tienes que ver los Jardines del Alcázar de Sevilla?

El jardín es una delicia para la vista y un consuelo para el alma
Jeque persa Saadi, uno de los principales poetas persas de la Edad Media

Quizás fue ese consuelo el que buscaron los primeros reyes árabes, quienes diseñaron un conjunto de jardines conectados en el interior de los Reales Alcázares de Sevilla. Así, las otroras huertas fueron transformándose en bellos Jardines Reales. Jardines que fluyeron con el discurrir del tiempo, como el agua de río, que -nos decía Heráclito- a pesar de parecer igual, nunca es la misma. Tampoco los jardines del Alcázar de Sevilla han sido siempre los mismos. A pesar de ser los jardines más antiguos de Sevilla, han ido cambiado con el tiempo y sus historias hasta llegar a ser uno de los jardines más hermosos y especiales del mundo. Unos jardines que tienes que ver si visitas Sevilla, y que queremos que los veas con nosotros en uno de nuestros tours guiados por el Alcázar.

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Por sus versos

Ir de nuevo al jardín cerrado,
que tras los arcos de la tapia,
entre magnolios, limoneros,
guarda el encanto de las aguas.

Oír de nuevo en elsilencio,
vivo de trinos y de hojas,
el susurro tibio del aire
donde las almas viejas flotan.

Ver otra vez el cielo hondo
A lo lejos, la torre esbelta
Tal flor de luz sobre las palmas:
Las cosas todas siempre bellas.

Sentir otra vez, como entonces,
la espina aguda del deseo,
mientras la juventud pasada
vuelve. Sueño de un dios sin tiempo.
								
¡Oh mi elegida
entre todos los seres humanos!
¡Oh Estrella! ¡Oh luna!
¡Oh rama cuando camina,
oh gacela cuando mira!
¡Oh aliento del jardín, cuando
le agita la brisa de la aurora!
¡Oh dueña de una mirada lánguida,
que me encadena!
¿Cuándo me curaré?
¡Por ti daría la vista y el oído!
Tu frescor aliviaría
la oscuridad de mi corazón.
								

Con estos versos, y bajo el título Jardín Antiguo, el poeta sevillano Luis Cernuda describía con maestría las sensaciones que le provocaban los bellos Jardines del Alcázar de Sevilla. Unos jardines en los que durante milenios, poetas de todas partes del mundo se han ido enamorando. Un amor eterno legado en versos como los del poeta y rey andalusí Al-Mutamid, quien vivió en el Alcázar de Sevilla para luego sufrir su exilio. Y entre sus llantos, llorar también la pérdida de sus bellos jardines del Alcázar en poemas como La amada.

Por sus aguas

Quinta temporada de Juego de Tronos. Seguro que has visto u oido hablar de la serie más premiada de los últimos tiempos. El segundo episodio de la temporada nos traslada al éxotico Dorne, el país de arenas descrito por George R.R. Martin en su famosa serie de novelas Canción de hielo y fuego. En ese país de ensueño se encuentran los Jardines del Agua, la hermosa residencia de la Casa Martell, inspirada en la época dorada del Al-Andalus y rodada en los terrenos del Alcázar.

No había otro lugar mejor para recrear Dorne. El co-creador de la serie ha confesado sobre el Alcázar de Sevilla que "es como si hubiese sido diseñado para nosotros hace muchos años". Y es que los creadores de la serie han confesado en varias ocasiones que el Alcázar y los Jardines del Alcázar de Sevilla, por su historia y gran belleza, conforman el lugar perfecto para el rodaje del maravilloso mundo de Dorne.

Sin duda, de todas las escenas que recrean Dorne, las más hermosas corresponden a las grabadas en los Jardines del Alcázar. En ellos podemos ver a un melancólico príncipe Doran, contemplando con pasividad y en silencio la magestuosidad del Patio de las Doncellas. Una de las estancias más fámosas y representativas del Alcázar de Sevilla. Y uno de los jardines más alabados por sus visitantes.

También, entre sus más de 170 especies vegetales, pudimos ver como los enamorados Myrcella Baratheon y Trystane Martell se besaban y juraban amor contra el odio y venganza que se profesaban sus casas.

En nuestras visitas guiadas por los Jardines del Alcázar de Sevilla podrás reconocer todos estos escenarios y otros en donde se ha grabado la serie, como el Estanque de Mercurio o el Salón de Embajadores. Te lo contaremos de una forma diferente y sugerente, para que puedas sumergirte así en la magia y el misterio de Dorne.

Por sus besos

Pero en los Jardines del Alcázar de Sevilla ha habido más besos y juramentos de amor que los declarados en Juego de Tronos. Y la más famosa de estas historias de amor es, sin duda, la protagonizada por Doña María Padilla.

María Padilla era la amante del rey Pedro I, apodado Pedro El Cruel, la cual estaba profundamente enamorada de él. Aunque en vida fueron siempre amantes, lo cierto es que se conocieron un año antes de que Pedro se desposara con Blanca de Borbón mediante un enlace concertado.

Aunque Pedro no estaba enamorado de Blanca, accedió a la boda por cuestiones políticas, tal y como se hacía en la época. Pero durante su viaje de bodas, Pedro se entera de que Blanca le había sido infiel con su hermanastro Fadrique, al que posteriormente asesinaría en las estancias mismas del Alcázar. Es por ello que la repudia y, posteriormente, volverá a casarse con otra mujer. Se trata de Juana de Castro, con quien tendría su heredero, un hijo varón.

No obstante, y a pesar de los matrimonios y desvaríos de Pedro, María siempre estuvo enamorada de él y lo apoyó y acompañó siempre que él lo quiso. Y, a su manera, seguramente Doña María fue la única mujer que Pedro I llegó a amar. Tanto fue así que la nombró reina a su muerte, que se produjo también en el Alcázar, y declaró también como herederos a sus cuatro hijos. Culminó así una historia de amor que también dejó su impronta en la residencia real.

Escondido en los Jardines del Alcázar, y situada bajo el Salón del Techo de Carlos I y el Patio del Crucero del Palacio Gótico, se encuentra la entrada a los Baños de María Padilla. Cuenta la leyenda que a estos baños solía acudir María Padilla, y que en ellos se profesaron amor en las noches más oscuras. Un lugar encantado de los Jardines del Alcázar que tienes que ver con nosotros para descubrir todos sus misterios.